El carácter de las gentes de estas tierras lo cincela su paisaje, como los ríos crean montañas, valles y bosques. Tapla, es uno de esos accidentes creados por el agua, las rocas, el sol y la tierra. Tapla es una formación montañosa en la que podemos ver la silueta de un camino que en su pendiente con más desnivel se ayuda de sinuosas curvas y en su lomo,  toma una línea horizontal más amable desde la cual se observa el precioso paisaje.

El río Zaraitzu, atraviesa las vidas de las gentes de Otsagabia. En su caudal, acaricia con constancia la dureza de las piedras hasta que estas adquieren una agradable suavidad. Se desprenden de las montañas como Tapla y van a parar al tramo que cruza el pueblo. Forma calles, como afluentes creados por la mano del ser humano así como también las hemos visto ardiendo por el calor del fuego del hogar, dando sabor a las mamiak que tradicionalmente se cocina con leche de oveja latxa.

El traqueteo y el fluir del agua, pule formaciones minerales y alumbran en estos las vetas de esas rocas provenientes de los macizos del entorno. La imaginación es capaz de ver figuras reconocibles en las nuves, y también nos lleva a dibujar una línea sinuosa al principio y amable en su parte más alta en las vetas que florecen de las piedras.

En este logotipo, hemos tratado de concentrar en un solo elemento compacto, el caracter del entorno al que da nombre: Tapla.

La piedra de formas redondeadas nos da una sensación de fortaleza o dureza pero a la vez de suavidad y cuidado. Elementos que creemos encajan cuando hablamos de un restaurante que pretente recoger la idiosincrasia del entorno, la influencia de este en la cultura y la gastronomía. Esta refleja la montaña y la veta blanca que la atraviesa, simboliza el camino a Tapla.

El blanco y negro, aportan sencillez pero también calidad del producto, de su elaboración y su sabor.

La tipografía de formas abiertas y de gran personalidad subrayan la impronta de un restaurante que que camina solo y con pie firme diferenciado del hotel. La disposición aleatoria de las ligeras letras generando espacios amplios agarran el peso y la densidad de la piedra.